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Testimonios y soluciones
El desorden de las herramientas suele ser un dolor de cabeza en una planta de producción, en una bodega de almacenamiento, en un taller y hasta en casa.
En ocasiones, no se tiene definido el lugar donde se ubica determinada herramienta, por lo que se dificulta encontrarla cuando no está en el sitio “habitual”. Es allí donde se genera estrés y frustración por no poder encontrar ese elemento que estamos buscando.
En la realidad, existen casos de empresas como CAMORENAULT de la ciudad de Bogotá, Colombia, donde Camargo y Cortés (2017), identificaron situaciones que se asemejan a la problemática más común en las empresas y hogares colombianos, los cuales se citan a continuación:
“No hay un mobiliario especializado para los puestos de trabajo de cada empleado.”
“Se tienen unos enseres reutilizados para acomodar la herramienta y demás implementos que se requieren para cada empleado.”
“No hay un inventario de herramientas propias, lo que implica que los utensilios que cada trabajador tiene bajo su uso tampoco están referenciadas ni mucho menos controladas.”
“No se cuenta con ningún tipo de cronograma o plan de mantenimiento al cual pueda realizarse algún tipo de seguimiento y evaluación final.”
En el primer problema identificado por estos investigadores, se visualiza una situación generalizada en los sitios donde se ubican las herramientas: se usan estantes o mesas, que ya no son utilizados en áreas administrativas de las empresas debido a su nivel de deterioro.
De este modo, no se le da la importancia requerida a la organización de herramientas, dado que no se le brinda el mobiliario industrial adecuado para su disposición y uso. De igual forma, en el segundo aspecto mencionado en la investigación realizada en CAMORENAULT, se evidencia la falta de control del inventario de herramientas.
En el contexto colombiano, se tiende a acumular una gran cantidad de herramientas que se ubican en cajones pero que no se identifican con facilidad en registros de las compañías; a menos que su valor sea considerablemente superior al valor promedio de las herramientas utilizadas. Por ejemplo: un taladro inalámbrico o un flexómetro láser de largo alcance. Allí hay ausencia de un organizador de herramientas que dé real utilidad al elemento.
A partir de estos conceptos, es necesario analizar qué consecuencias puede tener en un proceso productivo, en un taller o en un hogar, la combinación de estas situaciones presentadas por Camargo y Cortés:
Retrasos en cambios de molde o referencias, demoras en entregas, menos ventas, menos empleados, menos sostenibilidad de la empresa.
Inclumplimiento en tiempo de entrega del servicio, menos servicios por día, menos clientes, mala imagen del taller.
Estrés por no encontrar las herramientas, gastos innecesarios por comprar herramientas que después encuentran en otro lugar.
Separa las herramientas necesarias de las innecesarias o que nunca usarías. Revisa si es factible venderlas o regalarlas a otras personas que puedan necesitarlas, antes de desecharlas.
Trata de tener la menor cantidad de herramientas posibles y que sean de la mayor frecuencia de uso. A mayor frecuencia, más cercanía al puesto de trabajo y, a menor frecuencia, más lejos las puedes tener del sitio.
Elimina los focos de suciedad, puntos donde esté deteriorado el mobiliario, para retirarlos o repararlos.
Imprime en una hoja de papel los nombres de las herramientas, pégalos en el espacio del estante o mesa donde los ubican generalmente. Ten en cuenta que tengan buena fijación a la superficie, pero que sean de fácil retirada, de forma que puedas hacer modificaciones a las ubicaciones.
Establece una rutina para usar las herramientas, teniendo en cuenta su limpieza después de usarlas, instructivos en video y en papel para otras personas que necesiten usar las herramientas y apenas empiecen a conocer la forma en las que están organizadas.
Ahora bien, para convertirte en organizador de herramientas de alto desempeño, debes contar con elementos que faciliten esta tarea. Entre ellos, te sugerimos:
Tablero vertical con puntillas y dibujos en silueta
Repisas en madera
Hay alternativas de organizador de herramientas en el mercado que parecen ayudar en la orden de estos elementos, pero no cumplen con esta tarea e, incluso, pueden generar más desorden y frustración en las personas. Te contamos 2 ejemplos de soluciones que no recomendamos:
Esta alternativa hace que se mezclen las herramientas. Puede generar frustración ante la demora en encontrar la herramienta deseada.
A menos que trabajes en diferentes sitios de tu bodega o taller, esta opción es muy pesada y poco práctica, sobre todo cuando las personas no tienen a la vista las herramientas porque todas están guardadas.
